Los cepillos de dientes eléctricos son ampliamente reconocidos por su capacidad de limpieza superior a la de los cepillos de dientes manuales. Sin embargo, los conceptos erróneos sobre su uso pueden provocar resultados deficientes en la salud bucal. Aquí desmitificaremos algunos mitos comunes y brindaremos consejos de expertos sobre cómo maximizar la eficacia de su cepillo de dientes eléctrico.
Mito 1: Más presión significa mejor limpieza
Realidad: A diferencia del cepillado manual, en el que algunos creen que un cepillado más fuerte limpia mejor, los cepillos de dientes eléctricos están diseñados para hacer el trabajo con una presión mínima. Aplicar demasiada presión puede dañar las encías y el esmalte. En lugar de eso, guíe suavemente el cabezal del cepillo a lo largo de todas las superficies de los dientes y deje que las cerdas oscilantes hagan su trabajo.
Mito 2: Los cepillos de dientes eléctricos no son para dientes sensibles
Realidad: Los cepillos de dientes eléctricos pueden resultar muy beneficiosos para las personas con dientes sensibles. Muchos modelos vienen con configuraciones ajustables, incluidos modos específicos para dientes sensibles que utilizan movimientos más suaves. El uso de un cepillo de dientes eléctrico también puede ayudar a reducir la fuerza excesiva del cepillado que suele provocar un aumento de la sensibilidad.
Técnica de cepillado adecuada
Paso 1: Elige la cabeza adecuada
Seleccione un cabezal que se adapte cómodamente a su boca y que llegue a todas las áreas con facilidad. Los cabezales pequeños y redondos son excelentes para maniobrar alrededor de cada diente.
Paso 2: Aplicar la cantidad adecuada de pasta de dientes
Al contrario de lo que indican las imágenes de los anuncios, solo se necesita una cantidad de pasta de dientes del tamaño de un guisante. El exceso de pasta de dientes puede provocar una formación excesiva de espuma, lo que dificulta el cepillado durante los dos minutos recomendados.
Paso 3: Coloca tu pincel correctamente
Comience por las superficies externas de los dientes. Sostenga el cabezal del cepillo en un ligero ángulo hacia las encías y colóquelo contra los dientes. Encienda el cepillo y muévalo lentamente de un diente a otro, dedicando unos segundos a cada uno. El cepillo debe cubrir cada superficie del diente, pero concéntrese en el área donde el diente se une a la encía.
Paso 4: Sea minucioso pero amable
Cubre todas las áreas de la boca: superficies externas, superficies internas y las superficies de masticación de los dientes. Asegúrate de que las cerdas lleguen a los dientes posteriores y presta especial atención a los rincones donde puede acumularse la placa.
Paso 5: No apresures el cepillado
Una limpieza adecuada debería llevar unos dos minutos. La mayoría de los cepillos de dientes eléctricos tienen un temporizador incorporado para ayudarte a llevar un registro. Intenta dedicar la misma cantidad de tiempo a cada cuadrante de la boca para garantizar una limpieza completa.
Paso 6: Cuida tu cepillo de dientes
Después de cepillarse los dientes, enjuague bien el cabezal del cepillo con agua corriente. Guarde el cepillo en posición vertical y déjelo secar al aire hasta el próximo uso. Reemplace el cabezal del cepillo cada tres meses o antes si las cerdas se desgastan.
Conclusión
Un cepillo de dientes eléctrico puede mejorar significativamente su rutina de higiene bucal, pero solo si se usa correctamente. Si comprende y corrige los conceptos erróneos más comunes y sigue las técnicas de cepillado adecuadas, puede optimizar su salud bucal y, al mismo tiempo, garantizar la protección de sus encías y dientes. Aproveche el poder de la tecnología en su cuidado bucal diario y observe la diferencia en su sonrisa y en sus controles dentales.